El barrio de Carrús contará muy pronto con su Comisaría de la Policía Local. Así lo ha querido anunciar el alcalde durante el acto institucional de la Constitución española celebrado esta mañana en el Gran Teatro.

El alcalde ha recordado que en septiembre se iniciaban las obras de la Comisaría de Carrús y hace unos días tomaban posesión agentes de la Policía Local que a partir del mes de enero prestarán servicio en este barrio.

Ruz ha mostrado su implicación en la seguridad de los ilicitanos. Afirma que «es un asunto que me preocupa en primera persona. Nadie debería vivir con miedo o con la sensación de inseguridad».

Asegura que el equipo de gobierno está cumpliendo con el compromiso con los ilicitanos de Carrús, que tiene como objetivo aumentar su seguridad y tranquilidad. Además, ha destacado la labor por mejorar y dotar de mayores recursos a la Policía Local pensando siempre en los ilicitanos.

El Ayuntamiento ha dado respuesta a una de las principales reivindicaciones de la Policía Local y ha aprobado la adquisición de pistolas táser de última generación. Se trata de pistolas taser modelo T-10 que funcionan mediante la emisión de descargas eléctricas controladas que permiten garantizar la seguridad y la integridad física de las personas. Dispositivos menos letales que un arma tradicional que al dispararla lanza dos dardos unidos por un cable que impactan en el cuerpo del objetivo al que trasmiten una descarga eléctrica que permite la paralización temporal y, por lo tanto, la inmovilización. 

El Ayuntamiento ha adquirido un total de siete armas de este tipo por 47.400 euros y en el plazo de seis meses los agentes ya podrán contar con ellas. Además, está previsto que se adquieran más pistolas táser a lo largo de los próximos años. Para poder utilizar estas armas, los agentes tendrán que realizar un curso formativo específico sobre su utilización con el objetivo de aprender a manejarlas de la forma más óptima.

La Policía Local tuvo que llevar a un hombre a un centro de salud porque su pareja le dio un cabezazo y le rompió la nariz. El pasado mes de enero, una trabajadora de un establecimiento de la calle Jaime Pomares Javaloyes llamó a la Policía tras ver que un hombre había sido agredido por su pareja. La víctima contó a los agentes que recibió un cabezazo al discutir con su pareja por el desayuno. Fue trasladado a un centro de salud, dada la gravedad de la lesión, aunque más tarde se dirigió al hospital porque tenía el hueso de la nariz roto. Los uniformados interceptaron a la mujer, en la zona de los hechos y fue detenida y trasladada a dependencias policiales.