La situación sanitaria es favorable y la campaña de vacunación continúa a buen ritmo con el objetivo de conseguir la inmunidad colectiva cuanto antes. Pero el virus sigue ahí y este año tampoco habrá fiestas de agosto tal y como las conocemos para evitar aglomeraciones, pero sí actos complementarios durante esa semana en espacios al aire libre para la dinamización social y comercial de la ciudad. 

Este mes de agosto tampoco habrá desfiles de Moros y Cristianos o la Charanga debido a la pandemia. Aunque la situación sanitaria es favorable y hay un alto porcentaje de la población vacunada, se trata de evitar aglomeraciones en las calles durante la semana de fiestas. Aun así, el equipo de gobierno destinará este año una partida de 335.000 euros para la organización de actividades socioculturales y conciertos en espacios abiertos como el Hort de Baix y la UMH para favorecer la dinamización social y comercial de la ciudad durante esos días y siempre cumpliendo con todas las medidas antiCovid.

Sobre la celebración de la Nit de l’Albà todavía no se cierra la puerta aunque según Díez, parece complicado el control de aforos y que no haya aglomeraciones. Pero, ha dicho, habrá que ver la evolución de la pandemia en los próximos meses. Además, no está sobre la mesa la posibilidad de celebrarlo en otra época. 

Este año no habrá celebraciones públicas en honor a San Pascual, debido a las condiciones sanitarias. Es la segunda vez, consecutiva, en que los vecinos del municipio no podrán disfrutar del tradicional ‘porrate’ o de la procesión que discurre por las calles de la feligresía de la Parroquia de San José. Sin embargo, sí están permitidos los actos litúrgicos que comenzaron ayer, y se prolongarán hasta el día 18 de mayo, con cantos de los gozos al Santo, Rosarios, y también una eucaristía por los difuntos de El Pla de San José y la congregación. Además, se iluminará la cruz de la 20 de la Parroquia en honor a las fiestas. A pesar de que en esta ocasión no se podrá disfrutar como es debido, desde el Ayuntamiento esperan que el próximo año vuelvan las tradiciones con todo su esplendor.

Ayer por la tarde finalizó el Ramadán, la celebración más importante para los musulmanes. Durante todo el mes la Comunidad Islámica de Elche ha organizado un comedor social, para ofrecer un plato de comida caliente a todo aquel que lo necesitara. En total más de 360 raciones de comida diarias, que se han repartido entre los vecinos del barrio de Carrús. Esta iniciativa la pusieron en marcha el año pasado, durante la primera ola de la pandemia y así ayudar a las personas más desfavorecidas. Todo un ejemplo de solidaridad, en los momentos más difíciles.