El pasado miércoles la Guardia Civil recibió el aviso de que un camión de grandes dimensiones circulaba por la A7 haciendo zigzag. Durante 30 kilómetros el camionero iba invadiendo los dos carriles, cambiando continuamente y saliéndose de la calzada hacia el quitamiedos por ambos lados. Los conductores, que lo rebasaban con dificultad tratando de evitar el peligro, alertaron a los agentes de que se encontraba en la salida del Aeropuerto en dirección a Elche. El conductor continuó hasta El Realengo, en Crevillente, donde consiguieron pararlo y realizarle un test de alcoholemia. Arrojó una tasa que superaba el doble de lo permitido. Al hombre, de 36 años, se le imputa un delito de conducción temeraria y otro por conducir bajo los efectos del alcohol. Fue puesto a disposición del Juzgado de Elche y se enfrenta a penas de prisión de hasta 2 años y la privación del carnet de 1 a 6 años.

Los agentes del Seprona se encontraban realizando una inspección ordinaria en una casa de campo situada en la pedanía ilicitana de la Algoda cuando se toparon con una zona vallada en la que había varias decenas de tortuga mediterránea.  Al acceder al interior de la caseta de madera que había en el espacio acotado, comprobaron que las instalaciones estaban acondicionadas como criadero de esta especie. El responsable fue requerido por los agentes para que aportara la documentación necesaria para la legal tenencia, cría y comercio de este tipo de animales, pero no pudo acreditarlo.

El Seprona de Elche ha tenido que intervenir hasta 27 ejemplares de tortuga mediterránea y finalmente ha clausurado el criadero ilegal. Los animales han sido trasladados a las instalaciones de la Conselleria de Agricultura y Desarrollo Rural hasta encontrarles un nuevo destino. Y como recoge el Código Penal, el responsable del criadero se enfrenta ahora a penas de prisión que pueden ir de seis meses a dos años.

La Policía Nacional ha detenido a un hombre de 39 años por atracar una pizzería del barrio de Carrús, la semana pasada. El detenido irrumpió a cara descubierta en el negocio con un cuchillo de 30 centímetros y amenazó con matar a los tres trabajadores si no le entregaban el dinero de la caja, mientras clavaba violentamente el arma blanca en el mostrador de la entrada del local. Posteriormente, huyó del establecimiento con el dinero, pero fue identificado rápidamente por los agentes gracias a las cámaras de seguridad que grabaron el altercado. Los agentes detuvieron al implicado,que contaba con muchos antecedentes penales por hechos similares. El detenido estaba metido en asuntos de drogas, motivo por el cual se le imputa un delito de tráfico de estupefacientes, sumado al de robo con violencia e intimidación. Por todo ello, el juzgado decretó inmediatamente su ingreso en prisión.