Pimesa ha acordado en su último consejo adjudicar en régimen de venta, 31 viviendas del edificio San Antón 4. Además, la situación para algunas de las familias sigue siendo complicada, lo que demora aún más la reurbanización del barrio, por el momento hay 7 viviendas de las que sus propietarios no se han pronunciado y dispondrán ahora de treinta días más para presentar sus solicitudes para la adjudicación de las viviendas disponibles antes de que se produzcan las expropiaciones.

Por otro lado, Pimesa ha solicitado al Ayuntamiento la declaración del estado de situación legal de ruina del Bloque 6 del Barrio.

Durante el año pasado, 197 hogares fueron desahuciados en Elche, Crevillent y Santa Pola, según los datos recopilados por la PAH.

Aunque algunos se frenaron gracias al escudo social, la media fue de cuatro expulsiones cada semana. Desde los colectivos denuncian que el aumento del precio del alquiler, unido a la falta de vivienda pública en régimen de arrendamiento, hace imposible el acceso a una casa para muchas familias.

La PAH alerta de que en Elche hay más de 13.500 viviendas vacías, tantas como segundas residencias. Mientras tanto, crece la infravivienda en forma de alquiler de habitaciones compartidas entre familias o adultos sin alternativa.

Es por ello que la plataforma se sumará este sábado a una de las 44 manifestaciones convocadas a nivel estatal por el derecho a la vivienda. En Alicante, la protesta partirá desde la Plaza de Manila a las seis de la tarde y finalizará en la de la Muntanyeta.

Pimesa ha aprobado la licitación de las obras de construcción del edificio de 76 viviendas destinadas a alquiler asequible que se ubican en la calle Maestro Ángel Llorca en el barrio de Travalón. El proyecto que cuenta con un presupuesto de 7,3 millones de euros cuenta además con una subvención de casi 3 millones de euros de los fondos Next Generation. 

Debido a la alta demanda existente este nuevo edificio se ha concebido para su uso íntegro en régimen de alquiler asequible durante un plazo de explotación de 50 años.

El edificio será eficiente desde el punto de vista energético y cumplirá los requisitos de gestión de residuos, circularidad, preservación del medio ambiente y etiquetado climático y medioambiental.