Pedro Bigas ha sido el protagonista este miércoles en la previa de la jornada 40 de Segunda ante el CD Mirandés (viernes, 20:30 horas). El Elche CF visita Anduva con el agua al cuello, ya que solo le vale ganar para mantener sus opciones de clasificarse para la fase de ascenso. El capitán franjiverde afirma que el grupo está más unido que nunca y que está muy vivo en la lucha por la sexta plaza pese a los últimos tropiezos ante Racing de Santander y Huesca.

Estado de ánimo tras la derrota ante el Huesca: Fue una derrota que no esperábamos y un buen mazazo. Al día siguiente estábamos muy jodidos. Significa mucho que nos duela. Sabemos que hay opciones y que somos capaces de ello. El equipo está mentalizado, fuerte y sabe que merece más.

Secuelas ante el Levante: En ese partido parece que hay un antes y un después. Esto es fútbol y hay que saber reponerse. Podemos darle la vuelta. Merecemos más. Hay que seguir creyendo y hay que ganar los tres partidos que quedan. Invito a todos a seguir creyendo.

Qué ha pasado: Si se supiera lo arreglaríamos enseguida. No sabría decirte qué ha cambiado pero seguimos trabajando. Cada vez que llegan nos hacen mucho daño. Son rachas y cosas que pasan.

Experiencia: Nunca he estado tan cerca de meterme en una fase de ascenso. Es cierto que la dinámica no es buena y la situación no es la mejor pero quiero ver al Elche en lo más alto. Estamos unidos y vamos a pelear. Estoy seguro de que lo conseguiremos.

Clave: Por supuesto que podemos entrar en playoff. A veces uno se mete la propia presión y eso no es bueno. Somos capaces, un equipo fuerte y aguerrido. El rival nos teme y tenemos tres finales por delante.

Vestuario: Ver que la gente está dolida y fastidiada no gusta porque eso quiere decir que no es agradable lo que ha pasado. Pero me da esperanza el ver cómo se pelea en los entrenamientos. No hay dejadez. Somos una familia y nos apoyamos los unos a los otros. Es la base del éxito. La gente está cabizbaja al perder porque queremos llevar al Elche donde se merece.

Mirandés: Creo que en los primeros minutos del otro día no se vio al Elche que avasalla al rival, lo hemos hablado en el vestuario. Hay que salir desde el minuto 1 a por ellos, a encerrarlos y a generar ocasiones. Ese es el Elche que se verá, con ganas y mucha entrega. Trataremos de llevar el peso del partido porque es como más cómodo nos sentimos. No hay que precipitarse ni ponerse nerviosos. No podemos pecar de querer llegar a la portería rival en dos toques.

Su estado físico: Firmaría ganar el fin de semana y no tener ningún regalo más. Hay muchas personas que trabajan para que estés bien físicamente. El ejemplo soy yo, en mi juventud tuve muchos problemas con las lesiones y este año he jugado una de las temporadas con más partidos de mi carrera. En Elche nos lo dan todo y hay que aprovecharlo. Espero que todavía me queden muchos años.

Las salidas de Quesada y Escalona: Veo que el equipo está más fuerte cuando las cosas vienen mal dadas. Somos una familia y hay que demostrarlo. Lo demás hay que dejarlo de lado, cada uno tiene su opinión. Nosotros estamos centrados en los tres partidos que quedan. El equipo está fuerte, nos hemos reunido y hay que competir por la ciudad.

Beccacece: Está bien, es uno más. Es el primero que está con ganas e ilusión. Estamos todos juntos a muerte y vamos a por el objetivo.

Opciones de playoff: Estamos muy vivos, está todo muy apretado y todavía quedan opciones. El Elche es todo para mí, renové porque quería quedarme y subir con el Elche a Primera. Somos capaces y estoy más convencido que nunca. En dos partidos todo puede cambiar mucho.

El Elche CF se ha propuesto buscar el más difícil todavía. Tras las últimas dos derrotas ante Racing de Santander (3-1) y Huesca (0-3), el equipo ilicitano ha quedado muy tocado en la lucha por acabar la Liga entre los seis primeros. La zona de playoff está a tres puntos, que realmente son cuatro porque el conjunto franjiverde tiene prácticamente todos los duelos directos perdidos, a falta de tres jornadas para el final. Otra vez la situación vuelve a ser límite, como en temporadas pasadas. Y pese a que la cosa pinta fea, en Elche nadie tira la toalla. Ejemplos hay muchos, y más en la historia centenaria de un club que está acostumbrado a vivir entre la fina línea que separa al éxito del fracaso.

En verano de 2020, con una pandemia mundial de por medio, nadie podía imaginar que el Elche de Pacheta acabaría subiendo a Primera División después de depender del paripé del Deportivo-Fuenlabrada y tras ser la cenicienta en la fase de ascenso ante rivales de la talla del Almería, Zaragoza y Girona. Un año más tarde el equipo franjiverde volvió a estar contra las cuerdas e incluso descendido virtualmente a falta de dos partidos. Los de Fran Escribá necesitaban ganar a Cádiz y Athletic y esperar el pinchazo del Huesca. Así sucedió y así se mantuvo la categoría. Y si nos vamos más atrás en el tiempo, es imposible no recordar el milagro de Barakaldo en el 97. Aquel histórico gol de Enric Cuxart en Lasesarre culminó una carambola con ascenso a Segunda a la que hoy todavía muchos no encuentran una explicación.

Ahora el Elche se encuentra otra vez entre la espada y la pared. Las cuentas están muy claras. Hay que ganar los tres partidos que quedan para aspirar al playoff. Todo empieza en Anduva, este viernes ante el CD Mirandés (20:30 horas). Solo vale ganar. Después habrá que afrontar con la misma mentalidad los duelos ante el CD Eldense y el CD Leganés. Todos se están jugando la vida y el Elche se agarra a un clavo ardiendo para la salvar la campaña.

Esto parece otra vez una cuestión de fe. Pero a nadie se le escapa que el Elche de Beccacece tendrá que mejorar las prestaciones que ha ofrecido en las últimas semanas de competición. En el momento clave del curso el equipo se ha venido abajo. Solo ha sumado una victoria en ocho jornadas y ha encajado 18 goles en los últimos nueve encuentros, una barbaridad para una escuadra que apenas tiene pegada.