El alcalde ha adelantado que el equipo de gobierno presentará en las próximas semanas el pliego de licitación del proyecto del mercado gastronómico del centro. Según el alcalde también están trabajando en el anteproyecto del mercado provisional. Dos cuestiones que pretenden cerrar, para Carlos González, un debate de décadas sobre el rumbo del centro histórico.

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo señala en su sentencia que la causa de resolución del contrato con Aparcisa que en su día aprobó la Junta Local de Gobierno era la correcta y estaba ajustada a derecho. Sin embargo, determina que el Ayuntamiento debe pagar un 3% de indemnización del importe total de la prestación dejada de realizar. El equipo de gobierno cree que la resolución no debe conllevar compensación alguna y recurrirán en apelación ante el TSJ. 

Según el alcalde, esta sentencia significa el fin definitivo del proyecto de Mercado Central planteado por el PP y que era lesivo para el centro histórico y el valor patrimonial de la zona. Y un varapalo para los que pronosticaron indemnizaciones millonarias, que ahora, esta sentencia, dice, echa por tierra. 

Ahora el equipo de gobierno tiene las manos libres para centrarse en el proyecto de rehabilitación para convertirlo en mercado gastronómico, la musealización del refugio y los baños árabes y la consolidación del mercado central provisional en la Avenida de la Comunidad Valenciana. El plazo para recurrir la sentencia ante el TSJ es de 15 días.

Salvem el Mercat ha presentado alegaciones a la modificación del plan general para cambiar el uso de la parcela del centro cultural de l’Escorxador, el mercado central y el provisional. Un escrito que señala el incumplimiento de la ley del Palmeral en el caso de l’Escorxador, la jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre construcciones públicas en zonas verdes o la desatención de los informes de las instituciones que justifican la protección del antiguo edificio.

Las alegaciones también apuntan a la barrera visual que supone el barracón para la contemplación del centro histórico de la ciudad desde esa ladera del Vinalopó, la pérdida de zona verde para la ciudad, la consolidación del edificio en una zona de peligrosidad nivel I, según el Patricova o la ausencia de estudio de tráfico para superficies comerciales superiores a mil metros cuadrados.