El equipo de gobierno de PP y VOX vuelven a recordar que en las próximas semanas se formalizará el convenio con el Consell para construir un edificio de 45 viviendas en el barrio de San Antón, tras aprobar la Generalitat el acuerdo que autoriza el incremento del gasto plurianual destinado a la regeneración urbana del barrio en 2,5 millones de euros.

El total de la subvención contempla pagar medio millón este año y el próximo y subir la asignación a un millón en 2027 y medio millón en 2028. Con este acuerdo se podrá continuar con la tercera fase de reconstrucción del barrio. El edificio de 45 viviendas y la urbanización de su entorno costará 5 ‘5 millones, de los que la mitad los financiará el Consell. Además, el proyecto prevé derribar el bloque 8 por parte de PIMESA.

La operación de demolición de cuatro bloques en el barrio San Antón ya tiene vía libre después de un proceso administrativo marcado por retrasos. La primera empresa adjudicataria no presentó en plazo la documentación obligatoria, concretamente el Plan de Igualdad. Tras concedérsele un plazo adicional de tres días, la empresa tampoco cumplió con el requisito. Ante esta situación, la adjudicación pasó a la segunda empresa clasificada en el concurso.

Sin embargo, la primera compañía presentó un recurso de alzada contra la decisión. El recurso ha sido desestimado, al constatarse que la empresa no había entregado la documentación exigida en ninguno de los plazos habilitados.

Con el rechazo del recurso, Pimesa, la empresa municipal responsable del proceso, ha formalizado ya la nueva contratación, lo que permitirá continuar con la regeneración urbana del barrio.

La problemática del barrio San Antón aún está lejos de solventarse. Este lunes, Pimesa ha adjudicado la demolición de los cuatro bloques por 880 mil euros. En las próximas semanas empezarán los trabajos de demolición y a pesar de que son cuatro los bloques declarados en ruina, sólo podrá actuarse en dos de ellos puesto que los otros dos siguen teniendo problemas de okupación. El alcalde asegura que tras 20 años de inacción en el barrio, estas actuaciones se convertirán en un hito para el futuro de San Antón. 

Los dos edificios que aún no han podido ser desalojados por tener okupas en algunas de sus viviendas, tendrán que esperar ya que la ley no permite forzar el desalojo. Pimesa sigue trabajando jurídicamente para solventar esta problemática cuanto antes y no retrasar las actuaciones por mucho tiempo .