La Guardia Civil ha desmantelado una estafa piramidal de 47 mil euros. Los cuatro detenidos, uno de ellos en Elche, engañaban a sus víctimas haciéndoles creer que invertían su dinero en la adquisición de oro y criptomonedas. En ocasiones les daban beneficios, dinero o incluso un lingote de oro para que continuaran invirtiendo. Sin embargo, ese dinero iba a un fondo que manejaba el grupo organizado para pagar su alto tren de vida.

Los arrestados, tras pasar a disposición judicial en Villena, están acusados de los delitos de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal. Además, el juez ha bloqueado sus cuentas bancarias.

Agentes de la Policía Nacional han detenido a una pareja de 27 y 30 años por un presunto robo con violencia a través del conocido método del abrazo amoroso. Una llamada alertó de un robo en la zona de Carrús, en el que los autores habían sustraído una cadena de oro a una mujer de avanzada edad. Al parecer la mujer fue abordada por una mujer que comenzó a darle abrazos y besos y la víctima, tras negarse e intentar apartarla, comenzó un forcejeo en el que la autora le dio un fuerte tirón a la cadena que portaba en el cuello. La víctima pidió auxilio y un hombre que pasaba por la calle la ayudó, viendo además cómo la agresora se daba a la fuga en un coche conducido por un hombre.

Con la descripción facilitada por el testigo lograron localizar el vehículo cuando trataban de abandonar la ciudad y comprobaron que ambos tenían multitud de antecedentes por hechos similares por toda España, además de una orden de detención por un juzgado de Girona. Los agentes descubrieron que esa misma mañana en Arenales habían participado en otro robo con violencia, donde sustrajeron a otra mujer mayor un reloj de oro valorado en 7 mil euros. Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado y se decretó el ingreso en prisión de la mujer.

Además la Policía Local ha destapado una supuesta trama de vertidos ilegales. La investigación se inició a raíz de que un trabajador de la depuradora de Algorós detectara en 2021 que una conocida empresa de desatascos había descargado en poco tiempo varias cubas de aguas residuales procedentes de una vivienda particular, algo que es muy improbable. La Unidad de Urbanidad y Medio Ambiente descubrió a través de un estudio de grafística que el propietario de la empresa firmaba los servicios haciéndose pasar por clientes. Los vertidos además procedían de negocios que carecían de autorización necesaria de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales de la Comunidad Valenciana. Tras poner el caso en manos de Fiscalía, el pasado mes de marzo, el sospechoso fue juzgado por un presunto delito continuado de falsedad documental.